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5 abr 2014

Trovadores y poetas en las bodas medievales

Trovadores medievales. Imagen de Pollini, Wikimedia Commons.
Trovadores (Pollini, Wikimedia Commons)
En una entrada anterior hablábamos de la boda de Doña Leonor de Plantagenet y Alfonso VIII, y contábamos que se organizó una fiesta considerable, con poetas y trovadores venidos de media Europa. El cortejo, encabezado por Doña Leonor de Aquitania, la madre de la novia, contaba con algunos de los más afamados, como Peire de Alvernha, Peire Rogier -canónigo en Burdeos antes de hacerse trovador-, Giraut de Bornelh, Bernart de Ventadorn... entre los castellanos, Peire de Monzón y Guosalvo Roitz, y el catalán Vidal de Besalú -especialmente inclinado a los romances eróticos sobre infidelidades y cornamentas-... Había gran rivalidad entre todos ellos, y como ahora en las batallas de rap, se metían los unos con los otros con gracia y sarcasmo, para deleite de los espectadores.



Como contábamos entonces, a lo largo del reinado de Leonor de Plantagenet y gracias a su influencia, se produjo en el Reino de Castilla un gran auge de la cultura literaria y musical, muy en contraste con el carácter adusto y austero de la corte castellana, más acostumbrada a las guerras que a las artes.


Miniatura medieval de Guillaume de Machaut. Biblioteca Nacional de Francia.
Intercambio de anillos. Miniatura medieval
de Guillaume de Machaut.
Aunque ya desde los concilios de Laodicea (en el año 364) y Agde (en el 506), la Iglesia no veía con buenos ojos las actuaciones musicales y la intervención de músicos y juglares en las bodas -con sus versos eróticos y danzas obscenas-, este rigor se fue diluyendo, y en el siglo XII la asistencia de los juglares a las bodas era casi tan imprescindible como la del cura. Y así lo cantó el Arcipreste de Hita

Día de Cuasimodo iglesias e altares
Vy llenas de alegrías, de bodas e cantares: 
Avían grandes fiestas e fazian yantares, 
Andan de boda en boda clérigos e juglares.

(El día de Cuasimodo es el domingo siguiente al de Resurrección, y es cuando se solían celebrar las bodas en la Edad Media)


Todo este ambiente musical y más distendido se notó en las celebraciones, como las bodas, que en el caso de los personajes más notables, llegaban a prolongarse durante semanas. Se cuenta que en las segundas bodas de las hijas del Cid asistieron... ¡hasta ocho mil hidalgos!


Boda civil en el castillo de Curiel.
Así las cosas, las cortes de Sevilla, en 1252, exigieron austeridad y limitaron el número de invitados a las bodas, bajo pena de multas pecuniarias. También los fueros de Salamanca, Soria y otras ciudades penalizaron las celebraciones, limitando los cánticos nocturnos y los días de celebración de los matrimonios.

Afortunadamente, hoy en día no tenemos estas limitaciones y en el castillo de Curiel hemos organizado todo tipo de ceremonias: bodas, renovaciones de votos, celebraciones civiles... La verdad es que juglares y versos eróticos no suele haber, pero fuegos artificiales, exhibiciones de cetrería, música de cámara, cantantes de ópera, espectáculos de magia... todo lo que se pueda imaginar para acompañar un día tan especial.



Fuegos artificiales para bodas en el castillo de Curiel.
Celebraciones en el castillo de Curiel.


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