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16 mar 2014

Doña Leonor de Plantagenet, una inglesa en el trono de Castilla

Doña Leonor de Plantagenet, reina de Castilla y dueña del Castillo de Curiel.
Doña Leonor de Plantagenet
En septiembre de 1170 un soplo de aire fresco entró en el reino de Castilla gracias a Doña Leonor de Plantagenet, también conocida como Leonor de Inglaterra. En esa fecha se celebró la boda entre el rey castellano, Alfonso VIII, y la hija del rey de Inglaterra, Enrique II y de Leonor de Aquitania.

La boda fue espectacular, y los muchos días de fiesta, música y celebración fueron preludio de un reinado que trajo un esplendor cultural a Castilla, y que puso al reino a la altura de Francia e Inglaterra en lo musical y literario, con intercambios de trovadores y poetas entre las cortes de los tres países.


En el contrato de arras matrimoniales, Doña Leonor, que tenía solo diez años, recibió entre otros lugares Burgos, Dueñas, Aguilar, Carrión, Medina del Campo... y el castillo de Curiel de Duero. Y también el compromiso de recibir la mitad de lo que su esposo conquistase a partir de entonces, que no sería poco.

Por su parte, la reina aportó a Alfonso VIII como bien dotal el ducado de Gascuña, en el sur de Francia, que de inmediato se convirtió en un avispero, foco de revueltas y levantamientos contra el rey extranjero.
By France_1154-fr.svg: Sémhur (talk) derivative work: Rowanwindwhistler (This file was derived from:  France_1154-fr.svg) [CC-BY-SA-3.0 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)], via Wikimedia Commons
Posesiones de los Plantagenet hacia 1154 (Wikimedia Commons)


A pesar de las ocupaciones del trono, y de los continuos viajes, los reyes tuvieron tiempo para dedicar a su relación: nada menos que diecisiete hijos tuvieron en común, y todavía tuvo Alfonso ganas de buscar distracciones con otras mozas, como Raquel, la judía de Toledo, como veremos en otra ocasión. 


Leonor de Plantagenet y Alfonso VIII de Castilla. Miniatura del siglo XII. Biblioteca Nacional.
Miniatura del siglo XII: Leonor y Alfonso
La reina Doña Leonor, como buena hija de su madre, Leonor de Aquitania, participó activamente en los asuntos de estado y tuvo gran influencia en las decisiones de su marido, en especial en las relaciones con otros países europeos. Así, en 1199, ambas leonores median para conseguir una tregua entre el monarca inglés, Juan Sin Tierra -hermano de Leonor de Castilla e hijo de Leonor de Aquitania- y el rey de Francia, Felipe II Augusto. El pacto incluyó el compromiso matrimonial de la hija de Alfonso VIII y Leonor, Blanca de Castilla, con el hijo del rey de Francia, el futuro Luis VIII. De ese matrimonio nacería Luis IX, San Luis rey de Francia.
La reina también colaboró para librar a Castilla de las ansias de expansión del Reino de Navarra, gracias a la influencia que Leonor ejercía sobre el vecino ducado de Gascuña.


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Monasterio de las Huelgas Reales
 (Zarateman, Wikimedia Commons)
Doña Leonor y Alfonso VIII realizaron donaciones muy notables a la Orden de Caballería de Santiago y a la de Calatrava, como el castillo de Uclés (Cuenca), el de Peñas Negras (Toledo), o el de Zorita de los Canes (Guadalajara), y también ordenaron numerosas fundaciones y dotaciones de iglesias y monasterios. Pero la acción más destacada de Doña Leonor en este sentido fue la fundación en Burgos en 1187 del monasterio cisterciense femenino de Las Huelgas. Este monasterio fue concebido para ser un centro espiritual comparable al de San Isidoro de León, y siguiendo el modelo de la abadía de Fontevrault, que Doña Leonor bien conocía por haber sido fundada por sus padres. 


La reina de Castilla manifiesta en su testamento de 1204 su deseo de ser enterrada en Las Huelgas, y no en la catedral de Toledo, como los anteriores reyes de Castilla, Sancho III y Alfonso VII. Esta voluntad puede que tuviera más que ver con las andanzas del rey Alfonso con su amante toledana que con otro tipo de razones de estado... El caso es que esta decisión convertiría a Burgos en la capital política y a Toledo en la capital eclesiástica del reino durante los años siguientes. 


Su deseo se cumplió a su muerte, el 31 de octubre de 1214, apenas veintiséis días después de la muerte de su marido Alfonso, ocurrida en Garcimuñoz, cerca de Arévalo. 

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Sepulcro de Doña Leonor y Alfonso VIII en el monasterio de
 Las Huelgas (Lancastermerrin88, Wikimedia Commons)

Doña Leonor había visto morir a casi todos sus hijos, y dejaba el reino en manos de un niño: Enrique I "el Chico", que afortunadamente tuvo la tutela de su hermana mayor Berenguela de Castilla, primogénita de Leonor y Alfonso, una mujer inteligente y prudente, de la que hablaremos en otro post.

A esta gran mujer, hija de reyes ingleses y franceses, hermana de Ricardo Corazón de León y de Juan sin Tierra, y madre de reyes de Castilla y de Francia, hemos querido dedicar la habitación numero 3 del hotel. 

Habitación de Doña Leonor, habitación número 3 del hotel Castillo de Curiel.
La habitación de Doña Leonor de Plantagenet

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