Doña Estefanía, la Desdichada

Doña Estefanía Alfonso, la segunda propietaria del castillo de Curiel, ha pasado a la historia como “la Desdichada”… y no es para menos: murió apuñalada en su cama, por error, una mala noche de verano de 1180. 

Sin embargo, su vida comenzó con mucha mejor estrella. Pese a ser hija ilegítima del rey Alfonso VII de León y de Castilla, su padre reconoció su paternidad y por ello le dio el título de infanta, reservado únicamente a los descendientes legítimos (como sus hermanastros, los reyes Sancho III “el Deseado” de Castilla y Fernando II de León). Además de reconocerla, le cedió, a través de su madre Doña Urraca, la amante del rey, el castillo de Curiel en 1148.

Escudo de armas de la Casa
de Castro  (WikimediaCommons)

Cuando Estefanía alcanzó la mayoría de edad, hacia 1168, se casó con su primo Fernando Rodríguez de Castro, un noble castellano que luchó a las órdenes del rey de León, Fernando II, su cuñastro. Curiosamente, en León le llamaban “el Castellano”, y en Castilla, “el Leonés”, pero en todo caso, se pasaba la vida cabalgando arriba y abajo por León, Castilla y Extremadura como mayordomo mayor del rey Fernando II de León.

El caso es que Doña Estefanía tenía una doncella, Isabel, que gustaba de jugar a disfrazarse a escondidas para su novio secreto, el escudero Fortún. Y lo hacía por las noches con los bellos vestidos de su señora: asaltaba el vestidor, se ponía guapa y bajaba al jardín para que Fortún la viera en sedas y terciopelos. 

Pero una noche, un 1 de julio de 1180, alguien les vio, y con aquellos tules y velos le pareció que quien tonteaba con el escudero era la propia Doña Estefanía. Los amantes huyeron despavoridos y la doncella Isabel se escondió bajo la cama de su señora, que dormía a pierna suelta sin imaginar lo que se le venía encima…. que no era otro que su marido, Fernando Rodríguez de Castro, que hecho una furia saltó sobre el lecho y apuñaló a la durmiente y desdichada Estefanía hasta la muerte.

Panteón de los Reyes, San Isidoro, León
(Wikimedia Commons)

La pobre Estefanía recibió sepultura en el Panteón de Los Reyes de la basílica de San Isidoro de León, como Infanta de León, junto a su abuela paterna, la reina Urraca I de León, bajo un epitafio que dice: 

"Aquí yace la infanta doña Estefanía, hija del Emperador Alfonso, esposa del poderosísimo Fernando Rodríguez, madre de Pedro Fernández Castellano, que falleció el día 1 de julio de 1180"

Esta historia tan dramática, aderezada aquí y allá por Lope de Vega, se convirtió en 1604 en la tragicomedia “La desdichada Estefanía”, que tendría continuación unos años después en “El pleito por la honra”, también creación del “Fénix de los ingenios”.

Aquí podéis ver la primera página del manuscrito original de "La desdichada Estefanía", tal y como está recogido en la Biblioteca Virtual Cervantes.

Así pues, en homenaje a la desdichada Doña Estefanía, hija de rey, infanta de León y señora del castillo de Curiel de Duero, no hemos podido menos que dedicarle una de las habitaciones del hotel, la número 2, junto a la habitación de su madre, Doña Urraca.